Naturismo Ecuador

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viernes, 24 de febrero de 2012

NUDOFOBIA

Lo dijo Jolie 11 septiembre 2007 60 comentarios
La palabra “nudofobia” se compone del latín “nudus” (desnudo) y del griego “fobos” (miedo). O sea, nudofobia es el miedo de la desnudez.
Lo que le pasó a Karen Minda el año pasado en Guayaquil es sólo un ejemplo patético entre muchos ejemplos patéticos que ilustran lo que es nudofobia.
Según el psicoanálisis, la nudofobia es el síntoma del conflicto entre el deseo del individuo de mostrarse tal cual es y el temor a las consecuencias en caso de hacerlo.
¿De qué tienen miedo las monjitas, los sotanudos y los hermanitos?
¿De que les demuestren que su Biblia es sólo un libro de cuentos, y su cielo y su infierno nada más que supersticiones?
¿De qué tienen miedo socialcristianos y prianistas? ¿De que sus borregos les pierdan el miedo y de que ahora en adelante hagan lo que les plazca, en lugar de conformarse con una existencia generando ganancias en fábricas, bancos y oficinas, y aparte de eso nada más?
¿De qué tienen miedo los socialistas del siglo veintiuno? ¿De que para sus fieles la felicidad personal aquí y ahora sea más importante que las promesas altisonantes de un futuro radiante que ni ellos ni nadie pueden garantizar?
¿De qué tienen miedo los jefes de la industria cosmética y de la cirugía plástica? ¿De que colegialas, universitarias, madres y abuelas se reconcilien con sus rollitos, sus pechos caídos, sus estrías y sus arrugas, en vez de dejarse engañar por los sueños irrealizables de la silicona y los ungüentos? ¿De que los hombres (¿sus hombres?) las perciban, las deseen y las tomen así como ellas son, en vez de masturbarse soñando con bellezas artificiales, sin vida?
¿De qué tenemos miedo nosotros mismos? ¿De que nos hagan problemas en el trabajo? ¿De perder para siempre nuestra única oportunidad de ascender socialmente? ¿De no poder casarnos con X o Y? ¿De que nuestros padres, familiares y amistades nos repudien y ya ni siquiera por educación nos saluden?
Mientras sigamos en conflicto con nuestra propia desnudez y mientras temamos a la desnudez ajena, la legislación más liberal del mundo no nos servirá de nada. El problema está en nuestra cabeza, no en el Código Penal.

ESCRITO POR: Roberto Bravo.

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