Pedro
Hola, soy Pedro, vivo en Ecuador y quisiera compartirles mi experiencia. Estaba yendo a la playa con mi esposa y mi hijo de seis años. Íbamos a una playa que nadie conocía, porque no había carretera para ir allí, por lo que estaríamos solos. Al llegar, mi esposa, la más preparada, fue con el bañador puesto, por lo que fue quien sacó todo. Mientras tanto mi hijo y yo nos íbamos a poner el bañador. Él se quitó la ropa, se lo puso y salió corriendo al agua poco profunda. Yo, por mi parte, tratando de buscar el bañador, que no aparecía: lo había olvidado. Así que me dejé el short y corrí con mi hijo al agua, pero no estuve mucho tiempo, porque en un momento salí por lo incómodo que se ponía el short con el agua. Salí y mi esposa me dijo que me lo quitara, pero yo no traía nada más e iba a estar denudo, y ella me dijo que nadie me iba a ver, que lo hiciera, por lo que me fui y entre las palmeras me quité el bañador.
Y, ¡qué gran sensación sentir el viento en mi cuerpo y el sol!, pero sin olvidarme de ponerme bloqueador
solar en las partes menos expuestas y me recosté al sol. En ningún momento me incomodó que mi hijo me viera
desnudo, porque yo sé que no le hará mal, por lo que al salir él del agua, no lo tomé como incorrecto. Solo
se rió y yo también y comenzó la charla de los cambios del cuerpo, que pronto fue aclarada. Él le preguntó a
su mamá si podía quitarse el bañador también para estar igual que yo, y pasamos excelente la tarde, excepto
que al anochecer me congelaba porque como me metí con los shorts que usaba, no tenía que ponerme y regresé
desnudo causando un cómico espectáculo cuando traté de entrar a la casa sin que los vecinos me vieran.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
SUGERENCIAS Y COMENTARIOS